Interpretar
Cine
No es lo mismo comentar cine que interpretarlo. Creo que es importante pensar en la diferencia de los términos sabiendo que no se oponen. El asunto es como miramos una película, como una obra de arte que comentamos desde una perspectiva técnica y teórica o si la miramos como una experiencia de vida en la que “intervenimos” emocionalmente en su propio relato enriquecido por las imágenes, textos, tiempos, música, actuaciones desde los personajes y todo el contexto que configura la misma.
Por lo tanto cuando digo que “interpreto” cine no estoy dando una explicación de la película, ni un análisis de una obra de arte, sino que estoy realizando a través de la escritura o la palabra simbólicamente lo que he intuido al “sumergirme” en la obra de arte. No la estoy representando sino recreando desde mi experiencia, lo que para mí simboliza lo vivido.
Subrayo “lo vivido” para ampliar el concepto de lo percibido y pensado que representa lo observado. Es importante aclarar que para poder “ver” cine de esta manera más vivencial es necesario ser lo menos “observador” para sentirse lo más participe posible, pues es al sentirse parte es que puedo interpretar la inmediatez de la experiencia vivida. La intención es y disfrutar la experiencia.
Insisto, esto es posible si dejamos de ver cine como una mera representación, por más creativa que sea y descubrimos en él un campo de infinitas significaciones que fluyen como símbolos posibles. Tener la libertad de interpretarlos es una forma de crear.
Octavio Fernández Mouján
Mayo 2009
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